Violines y trompetas,
sonaban en el silencio de la noche.Era como si el cielo
hubiera besadodiscretamente la tierra,
para que sus frutos
sólo soñaran con él.
El viento paseaba por los bosques,
el trigo se inclinaba levemente,acariciando en silencio
los campos que le vieron crecer.
Así de clara era la noche.
y mi alma desplegó sus alas lejos… lejos…
voló hacia el firmamento.
Allí donde se imaginan representados
personajes de las antiguas leyendasmitológicas.
El fresco Hemisferio Norte:
Casiopea, Cefeo y el León.El suave Hemisferio Sur:
Centauro, Erídano y Orión.Es pronto para soñar,
el día sucede a la noche,mi alma descansa en un puerto del Universo.
Miro en la profundidad oscura del cielo,
veo la luz de las estrellas vibrarcomo abrasador polvo de fuego.
Soy el precipicio,
el travesaño que cruza tu arco iris,culminando el sueño penetrante
que une mi cielo al tuyo.
¡Ah, quién pudiera viajar conmigo
en la fastuosa noche estelar! Madrid, 09.07.1989
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