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POESÍAS: propiedad de Isabel García Suárez
FOTOS: propiedad de Ángel Sánchez Rodajo.

miércoles, 18 de enero de 2012

A MODO DE PRESENTACIÓN


Si al hablar de POESÍA hablamos de VIDA y ESPERANZA, sin duda también se está hablando de ella: ISABEL GARCÍA SUÁREZ.

Isabel le escribe a la vida, y sus poemas están llenos de vida. Le escribe a la esperanza, y cada verso está lleno de ella, a raudales. Pues Isabel es poeta —sobre todo—, de vida y esperanza, porque ambas brotan de su pluma con naturalidad, sin provocación alguna.

Su método es como ella: sencillo, directo y certero. A veces duro... a veces tierno... a veces amargo... a veces seductor... a veces... Según lo requiera cada asunto. Pero la mayor parte de las veces es dulce y amable. A su imagen y semejanza.

Isabel es para mí… Muchas, muchísimas cosas. Ninguna, sin embargo, que pueda hacerme sospechoso de tergiversar la línea de la verdad. Amor, simpatía y admiración: mucha. Pero en estas líneas de presentación, enorme privilegio que tengo, juro que no digo de más ni miento. En todo caso de menos. Porque resumir en tan breve espacio la inmensidad de una vida compartida con la mujer más maravillosa del universo conocido, es tarea casi, casi imposible.

Pero no diré más, porque en este espacio le corresponde a ella. Este lugar virtual elegido para sus "criaturas", y con el que trataré de hacer realidad una de mayores sus ilusiones, de sus más recientes sueños. Porque alguien como ella es imposible que entienda los vericuetos enrevesados y abstrusos de internet. Y porque para eso estamos quienes la amamos… o, al menos, yo que la amo.

Ángel Sánchez Rodajo

Foto: ANTES QUE TÚ

LA OSCURIDAD DEL "YO"

Desde la desnudez espaciosa de mi cuerpo,
escuché con profundidad tu eco.
Mi barca navegó despacio por tu mar
de negritudes turbulentas.

Antes que tú
el sol escaló los montes accidentados,
las quebradas de los valles,
las arenas de los desiertos;
antes que tú
el sol escaló el nuevo amanecer.

Antes que tú
la luna emprendió el camino del horizonte,
cruzó las líneas divisorias del arco iris,
rompió los obstáculos, las cadenas;
antes que tú
la luna emprendió el camino del nuevo anochecer.

Antes que tú
las estrellas irradiaron su luz plateada,
engendraron los perfumes, los colores,
dieron forma a los deseos ocultos;
antes que tú
las estrellas derramaron su grandeza en el Universo.

Antes que tú
el lobo vivió cerca del cervatillo,
la pantera estuvo con la paloma,
el buey pastó junto al león;
antes que tú
el águila y el pez reposaron en la apacible Naturaleza.

Antes que tú
esperé frente a las puertas de la muerte,
y mi barca estuvo aguardándote allí,
clamaste insaciable tu ambición, tu sed, tu hambre;
antes que tú
mi barca navegó entre las olas tempestuosas.

Desde la desnudez espaciosa de mi cuerpo
te miré cara a cara.
Me enfrenté tenaz a tu miseria y a tu avaricia
y ya… no supiste que decir.

Madrid, 10.12.1989

miércoles, 11 de enero de 2012

Foto: JUNTOS

JUNTOS


Tú entrabas deprisa en mi noche.
Yo entraba despacio en tu día.

Tú,
            arrogante,
remontabas el torbellino incesante
de la sombra.

Yo,
            desierta,
aceleraba el paso por entre los ángulos
de las calles oscuras.

¿Quién ha unido mi noche y tu día?
            Es una incógnita; solamente sé
que nuestro amor era algo tragicómico.

Todo se confundía.
Las risas y las lágrimas.

A ambos nos invadió el miedo…
            a ambos nos invadió la zozobra…
Nos asomamos a los profundos abismos del cielo
y del infierno hasta ser devorados por la luz
de las tinieblas.

Buscaba tus ojos…
            buscaba tu pensamiento…

Te encontré en un punto del camino;
deslizaste tu mano en la mía y
emprendimos de nuevo la marcha.

Otra vez,
            para caminar juntos…

Madrid, 03.12.1989

sábado, 7 de enero de 2012

Foto: LA BALA ASESINA

VOLANDO HACIA LA ETERNIDAD

Madrugada templada de noviembre.
En un breve instante
la bala asesina atravesó el aire sereno y fue
volando…
            volando…
en busca de sus vidas.

Al poeta le precede la tormenta,
al filosofo el fuego,
al sacerdote la llama.
Allí donde se vislumbran enormes montañas de humo
quedaron sus vidas enterradas.

Que no vuelen más las balas,
que no vuelen más las granadas,
que no vuelen más las bombas,
que no vuelen más;
                        que no vuelen.

Que se apague la ira de los cañones,
que se extinga el odio de los fusiles,
que se callen los tambores de la sangre,
que se aplaque el veneno de las mentes.

El horror deja estupefacta a la palabra.
El verso se abre camino entre ríos de sangre.
Desde las entrañas de la tierra el volcán de los oprimidos
arroja el grito impetuoso:
¡No más asesinatos!

Hoy camina la maldad con paso fuerte.
El opresor desea dominar
por los siglos de los siglos.
La raíz de la violencia tiene un vínculo robusto
en la profundidad del ser humano.
Los hombres son llevados precipitadamente
a holocaustos sin sentido.

Las risas se apagaron:
Se fueron volando como las balas.

Nadie se arriesga ya a mirar de frente este vuelo implacable.
Nadie maldice ya a nadie.

El amor se vistió de luto
por culpa de las balas,
los fusiles
y las metralletas.

Aquellos que empuñaron las armas
mataron el empeño por conseguir la paz;
pero algún día serán interrogados
y caerán
bajo el domino de su propio verdugo.

Sin embargo, la rama de olivo volverá a brotar;
en cualquier caso,
en cualquier lugar.
Porque el verso del poeta hará libres hasta la eternidad
a aquellos que cayeron bajo el arma homicida.
 
Madrid, 20.11.1989

miércoles, 4 de enero de 2012

Foto: EL DUELO, LA MUERTE...

LA MUERTE QUE HABLA

Te lamentas de haber sido un nómada
de la vida,
buscas enojado el camino de ida,
el camino de vuelta,
hablas al arroyo más cercano,
pero ya nadie sale a tu encuentro.

¡Otra palabra!
¡Otro cuerpo!
¡Otro cielo!

Tantos caminos pendientes de recorrer.
Tantos amores perdidos.
Tantos orgasmos que no conociste.

Y el cielo y la tierra en la misma balanza.
El duelo, la muerte,
siempre presentes.

Todo es lucha,
todo es vida,
todo es muerte.

Como negra furia avanzo por tu camino,
como oscuras nubes avanzo por tus campos.
El día se pasea por mi rostro,
la noche me impregna con su tacto silencioso.

Y el día y la noche en la misma balanza.
El duelo, la muerte,
siempre presentes.

Mi escritura escribe el día oscuro.
Mi verso, construido con dulzura,
acaricia tu pálida desnudez,
y nadie sabe qué te traerán las sombras.

Estarás siempre en el juego de la vida,
en el juego del amor,
en el juego de la muerte,
hasta que haya pasado tu tiempo y llegues
por fin a tu meta.

El barro vuelve al barro,
el polvo vuelve al polvo,
el hombre vuelve al infinito.

Y el cielo y la tierra
                        y…
el día y la noche en la misma balanza
serán una misma unidad.

Madrid, 04.11.1989

martes, 3 de enero de 2012

Foto: OTOÑO

EL OTOÑO

Transcurre un minuto,
transcurre una hora,
transcurre un año,
transcurre un hombre.
 
Es la danza del tiempo,
el grano de arena que pasea cada segundo
a través del reloj de la vida
completando un ciclo de existencia.

Algo sagrado acontece en la fuerza de
la Naturaleza…

            algo vigoroso…

                        algo sublime…

Las hojas caen,
las calles se humedecen,
el canto de los grillos se apaga,
el cielo grisáceo anuncia la llegada
de las aves migratorias,
el sol se vuelve tenue, aterciopelado,
haciendo virtud al silencio del viento.

Allá y acá, caen aún los frutos maduros y
las rosas más bellas extienden sus últimas
cálidas fragancias.
¡Es la fiesta de la Naturaleza!

Esta es la vida,
que se mantiene sólo con dejarla viva.
Es la última sonrisa que guarda
el rostro del verano.

La pequeña gota de rocío
que, cuan lágrima de cristal,
acaricia los campos y los valles
impregnándolos de nostalgias misteriosas.

Y llegó el hombre…
Él lo inventó casi todo,
él lo destruyó también casi todo.

Quiso ser el rey de la Naturaleza:
manipuló la vida en todas las estaciones
del año.

Las rosas se secaron antes de tiempo,
pero la fuerza de la Naturaleza se cobrará
puntualmente los frutos arrancados.

Madrid, 22.10.1989

jueves, 29 de diciembre de 2011

Foto: ESPÍRITUS DE LA NOCHE

¿QUÉ PASÓ?

¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo?

Sólo sé que ella murió,
mi querida amiga.

Remota, allá donde el susurro de la vida
jadeante va a morir,
como la brisa marina que a la noche se
acerca dispuesta a viajar,
donde la tumba que para siempre se cierra
abre toda una perpetuidad.

Mis lágrimas son un torrente de luz,
que cuan música celestial acariciarte quieren.

Ni todos los océanos del mundo se podían
comparar con tus limpias pupilas,
ya inexistentes.

Enaltecido paraíso que ha descendido
sobre tu alma en paz.

El silencio lo ha acaparado todo… todo…

¡Y yo supe por qué te amaba,
y por quién lloraba!
 
Aún no ha pasado la tormenta del dolor…
He puesto mi mano en tus sienes y
mi voz se ha quebrado al sentir el
preludio de tu frío.
 
Mi fiel amiga:
¡ Duerme ¡  ¡Duerme para siempre en ese
nido de rosas!
¡Duerme y déjate impregnar por esa lluvia
de perlas que desde ahora salpicará tu descanso!
 
¡Cuánto dolor!
Lo trágico y lo cómico se entremezcla continuamente.
Risas en el esplendor de la vida,
lágrimas en la agonía de la muerte.

Me voy despacio, amiga mía;
cogeré de nuevo mi barca y mis remos.

Me iré de aquí,
no vaya a ser
que el caluroso día y
la mágica luz del sol te despierten en tu caminar.
 
Madrid, 16.07.1989

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Foto: TU ESTRELLA

LA VÍA LÁCTEA

Violines y trompetas,
sonaban en el silencio de la noche.

Era como si el cielo
hubiera besado
discretamente la tierra,
para que sus frutos
sólo soñaran con él.

El viento paseaba por los bosques,
el trigo se inclinaba levemente,
acariciando en silencio
los campos que le vieron crecer.

Así de clara era la noche.
y mi alma desplegó sus alas

                        lejos… lejos…

voló hacia el firmamento.

Allí donde se imaginan representados
personajes de las antiguas leyendas
mitológicas.

El fresco Hemisferio Norte:
Casiopea, Cefeo y el León.

El suave Hemisferio Sur:
Centauro, Erídano y Orión.

Es pronto para soñar,
el día sucede a la noche,
mi alma descansa en un puerto del Universo.

Miro en la profundidad oscura del cielo,
veo la luz de las estrellas vibrar
como abrasador polvo de fuego.

Soy el precipicio,
el travesaño que cruza tu arco iris,
culminando el sueño penetrante
que une mi cielo al tuyo.

¡Ah, quién pudiera viajar conmigo
en la fastuosa noche estelar!
 
Madrid, 09.07.1989